SHOW PREMIO EN VIDA A JORGE RUIZ, EL CINEASTA Richard Sanchez Jorge Ruiz es uno
de Los pilares de La cinematografía boliviana por realizar películas
y documentales, su especialidad, que marcaron hitos en nuestro cine, como
demarcar las etapas de un cine silente, sonoro y a colores, rnostrando
valiosos documentos visuales en Ia década de los años 40
de Ia Bolivia indígena, que en este entonces era ocultada por la
clase dominante ante los ojos del exterior. El próximo jueves, Ruiz recibirá en la ciudad de Cochabamba, donde reside. el Premio Nacional de Cultura 2001 como una muestra de gratitud del gobierno a su importante aporte al que hacer cultural nacional. Nacido en Sucre en 1924, Jorge Ruiz so inició en el cine cuando a los seis o siete años ingreso al cine Princesa en La Paz (que antes de cerrarse exhibía películas pornográficas) para ver Africa había "."Fue la primera película que vi y exactamente era Un largometraje documental, realizada por un explorador americano, y cuando era adolescente creí que era interesante seguir esa escuela, la escuela documental, porque los Largometrajes en Bolivia no tenían en esa época condiciones para seguir, la fecha no me acuerdo, dice Ruiz en una entrevista concedida con humildad y sencillez a la revista Show. "Yo tenia mucha vocación por el ambiente rural, porque me he criado en el campo y es por ello que una vez terminado bachillerato en colegio estudié Agronomía. en Argentina, en la provincia de Santa Fe recuerda Ruiz que ahí, gracias a su compañero de curso Gerardo Bechis, tuvo su primer contacto con una cámara filmadora. Ellos filmaban las lecciones teóricas y prácticas luego preste el servicio militar durante 17 meses en una hacienda do las Fuerzas Armadas ubicada entre Oruro y Cochabamba'. En 1948. había filmado varios cortometrajes con temáticas agrícolas y de entretenimiento en ocho milímetros y uno de ellos fue presentado en un concurso de la Municipalidad de La Paz, donde conoció a otro concursante, Augusto Roca, con quien forjó desde entonces una intima relación de amistad y trabajo. "Con Augusto Roca comenzamos como aficionados trabajando en la empresa Bolivian Films, una distribuidora de películas propiedad del norteamericano Kenneth Watson, quien nos patrocinó y colaboró hasta elaborar la primera película sonora en Bolivia, que fue 'Virgen india', en 1948, cinta de 15 minutos en blanco y negro cuya historia se trataba sobre La Virgen de Copacabana, exhibida en el cine Tesla de La Paz y tuvo con gran éxito en ese entonces por la devoción existente a la Virgen de Copacabana. La primera película
boliviana a color y la primera centrada en el boliviano indígena
fue "Donde nació Ruiz, luego de incursionar en Bolivia Films Ltda., trabaja con Gonzalo Sánchez de Lozada en Telecine y Proinca. Fue director del instituto Cinematográfico Boliviano entre 1957 y l960. De 1962 a 1983 vive
en Chile, Colombia, Guatemala, Ecuador y Nueva York donde realizó
numerosos trabajos y fundó "Cine 70" en Perú.
Tuvo varias realizaciones independientes "No teníamos
el apoyo del Estado ni de nadie todo lo hacíamos con nuestro propio
esfuerzo. filmar la imagen con la idea de un tema, revelar el material
en blanco y negro, luego Sebastiana Ruiz reconoce que fue una verdadera hazaña hacer cine en ese entonces porque no habían los equipos profesionales necesarios o el financiamiento económico, "no era fácil y sin embargo, continua con su ardua labor hasta conseguir la primera película con sonido sincronizado a la imagen y con copias en aimara y quechua que fue "Bolivia busca La verdad". En 1953 filma "Vuelve Sebastiana", una película inscrita en el género docuficción que fue galardona en diversos países por su temática indigenista y recibió el Premio Kanthuta de Oro en el Concurso Cinematográfico de la Alcaldía de La Paz en 1955, el primer premio en la categoría de filmes folklóricos y etnográficos en el Festival de Montevideo, Uruguay en 1956, la mención especial en e] Festival de Santa Marghertta en Italia en 1958,]a medalla de plata en la sección de premio especiales en el Festival de Cine Documental de Bilbao, España, y en 1963 la Mención especial en el Festival de San Francisco en Estados Unidos. Al respecto, Ruiz señala cómo eligió al personaje central do esa película, que se desarrolló en la tierra de los chipayas llamada Santa Ana de Chipaya y que se encuentra en la provincia Atahuallpa del departamento de Oruro. 'Acudimos a la única escuela del lugar para elegir ala niña que habría de actuar en la elegía. Sobre los asientos de adobe emergían rostros de niños y niñas paralizados en gestos que no se decidían entre la curiosidad o la timidez hasta que di con una niña casi oculta en el último asiento de la fila Ella se llamaba Sebastiana. Muchos años después Sebastiana se erigió en líder natural de su comunidad. Unicamente dos niños podían dejar de Lado las rencillas territoriales que durante siglos habían fracturado la posible convivencia entre chipayas y aimaras'. Premio en vida El Premio Nacional de Cultura es el máximo reconocimiento quo otorga el Estado boliviano, a través del Ministerio do Educación, a las personalidades más destacadas del ámbito cultural del país y fue instituido en 1969, de manera anual, con el objetivo de estimular la producción literaria, científica y artística del país. Entre los galardonados se encuentran Roberto Querejazu Calvo, Pedro Shimose, Jorge Sanjinés, Pedro Susz, María Nuñez del Prado, Gunnar Mendoza, entre algunos. Este año recae sobre Jorge Ruiz, quien con humildad y sencillez dignas do imitar niega ser este premio que se le hace en vida y sostiene que "esa honra no es para mi persona sino para todos los que me colaboraron por que gracias a ellos tuve éxito. Este premio lo dedico a todas las personas que me ayudaron". El documentalista inglés John Grierson, fundador del famoso National Film Board de Canadá conoció a Jorge Ruiz y su obra en una visita de diez días a Bolivia en 1958. Al término de ella dijo del director boliviano que, en so concepto, era 'uno de los seis documentalistas más importantes del mundo'. Sobre el tenia, Ruiz manifiesta que esta nominación se la debe a que en toda esta área de Sudamérica no habían realizadores de documentales, 'casi todos los principiantes de cinematografía pretendían hacer películas de entretenimiento o largometrajes y el documental quedó rezagado, y de ahí que nos hablaron de otros países porque no habían realizadores documentalistas'. Asimismo, Ruiz afirma
que en Bolivia hacer cine es una verdadera proeza porque nuestro mercado
es microscópico y es difícil conseguir un mercado exterior
Las últimas producciones han sido verdaderas obras de Quijotes",
como de mis amigos y colegas Jorge Sanjines, Antonio Eguino., Paolo Agazzi,
Marcos Loayza y Mela Márquez'. |